La vulnerabilidad educativa se entiende como el “conjunto de condiciones (materiales y simbólicas, de orden objetivo y subjetivo) que debilitan el vínculo de escolarización de un alumno, sirve para prestar particular atención a lo que sucede en las escuelas, al momento de definir políticas de inclusión educativa”. (DGCE, 2011, p .14)
El concepto de vulnerabilidad educativa permite analizar la complejidad de las problemáticas relacionadas con las trayectorias escolares y el vínculo de escolarización de los jóvenes pertenecientes a grupos vulnerables; implica atender posibles interrupciones en las trayectorias escolares de los alumnos desde las propias instituciones escolares, pero también se trata de ver que, si bien existen situaciones complejas que reúnen factores individuales, familiares y sociales, también existen factores propiamente político-pedagógicos que pueden ser condicionantes y aun determinantes de las trayectorias reales de escolarización de los niños, niñas y jóvenes. (DGCE, 2011)
Desde que la inclusión educativa ha formado parte de las nuevas políticas educativas, los sistemas universitarios han iniciado a marchas forzada una noble intención de atender a los estudiantes que, por alguna situación física o social, se encuentran en situación de vulnerabilidad.
Atención a la diversidad
La atención a las necesidades educativas del alumnado en los sistemas educativos se inicia con las decisiones políticas que se adoptan a través de legislaciones, presupuestos destinados a educación, diseños curriculares, servicios, recursos y otras medidas
La diferenciación de la enseñanza, como estrategia para responder y dar cabida a la variabilidad individual, tema presente en el pensamiento, política y práctica pedagógica de los últimos tiempos, cobra relevancia especial con el reconocimiento legal del derecho que asiste a los alumnos con disminuciones, retrasos, desventajas socioculturales o minorías étnicas, a recibir una educación común adaptada a sus características y posibilidades personales.
La Educación Especial ha experimentado profundos cambios y avances, desde posiciones segregadoras, hasta otros planteamientos que apuestan por su plena incardinación en los procesos educativos generales.Estos cambios, aunque no están exentos de múltiples interrogantes, han supuesto significativos avances que, en el ámbito escolar, se van a proyectar en acciones organizativas y didácticas concretas como: modalidades de escolarización, estrategias curriculares de los centros para atender las diferencias del alumnado, nuevos enfoques de trabajo de profesionales y servicios de apoyo desde perspectivas de colaboración con todos los agentes educativos.
Las decisiones organizativas y didácticas para atender las necesidades educativas especiales, han de estar insertas en los parámetros generales de planificación e intervención organizativo-didáctica. La identificación de las necesidades educativas especiales, permite establecer las actuaciones educativas más adecuadas a las características de los alumnos, a la vez que los recursos personales y materiales que deben ser previstos para favorecer su desarrollo personal.
Para que las necesidades educativas especiales de los alumnos se contemplen adecuadamente en los Proyectos Curriculares, las Programaciones de Aula y los Programas Individualizados, es fundamental la intervención de los distintos profesores y profesionales de apoyo en dicha planificación como parte integrante del equipo docente.
Elaboro: Andie Daniela Luna Cuellar.

No hay comentarios.:
Publicar un comentario